Aparentemente, el destape de las auténticas
cifras del fichaje de Neymar sólo ha sido un incidente más en la escandalosa
historia del Fútbol Club Barcelona. Nada más lejos de la realidad. Por vez primera,
a pesar de los esfuerzos ímprobos de sus medios y periodistas cortesanos, a los
que subvenciona y dicta su manera de proceder, el club blaugrana ha perdido la
partida, de manera definitiva, ante los ojos del mundo. De nada les vale que
traten de desviar la atención culpando al Madrid de todos sus males y errores,
con argumentos conspiranoicos que producen alipori y descubren, todavía más si
cabe, su patología paranoica hacia el equipo merengue; su resentimiento lleno
de complejos insuperables que tienen su origen en su frustrado fichaje de Di
Stéfano, allá en 1953, que les ha imposibilitado llevar una existencia normal
desde entonces; les ha impedido vivir su propia historia, reos de lo que hacía
o dejaba de hacer su eterno rival, presos de la gigantesca sombra del club
blanco.
Pero lo que ha abierto la caja de Pandora del
desvarío y el esperpento azulgrana, no son los 95 millones de euros que costó
el fichaje de Neymar, como revelan los documentos que tiene en su poder la
Audiencia Nacional, ni los 63 millones que le puede reclamar la Agencia
Tributaria por el baile de cifras de esos 38 millones de diferencia; tampoco el
salario encubierto de esos 50 millones de euros desembolsados a la sociedad
N&N, a la que pertenece el futbolista y su padre, y que es una empresa
fantasma según la información de Globoesporte, medio de comunicación brasileño;
ni siquiera el coste de 158 millones de euros que le puede suponer el montante
total de la operación al Barcelona, cifras que ya desveló Florentino cuando
renunció a su fichaje y que Eduardo Inda corroboró en su denuncia en “El
Mundo”. Lo que realmente ha agrietado, horadado y resquebrajado la descomunal
impostura, corrupción y proceder mafioso del club barcelonés, mostrando al
mundo toda su repugnante depravación, es su proceder y sus declaraciones
posteriores al estallido del affaire Neymar, que han sido el sumun de los despropósitos
y que les ha retratado para la eternidad, sin “valors” pero con las vergüenzas
al aire y ante la mirada de todos. Son pocos días, pero los ejemplos son
numerosos y diáfanos:
1). Rosell: “El fichaje de Neymar es
correcto, pero ha provocado la desesperación y la envidia de nuestros
adversarios” (23-01-14).
2). Bartomeu: “Perdimos a Di Stéfano en los
despachos, pero no perderemos a Neymar” (25-01-14).
3). Bartomeu: “Neymar ha elegido el Barsa
frente a otras ofertas que le ofrecían más dinero” (25-01-14).
4). Bartomeu: “Ahora tenemos a Messi y Neymar,
que tienen un potencial enorme, e inspira temor a nuestros rivales” (25-01-14).
5). Bartomeu: “Rosell ha dimitido por otras
razones” (25-01-14).
6). Bartomeu: “Los 57 millones son la cifra
real del coste del fichaje para el Barsa” (25-01-14).
7). Bartomeu: “Había una oferta en concreto,
que el padre de Neymar nos enseñó, que pagaba 100 millones” (25-01-14).
8). Bartomeu: “Nos gustaría pensar que no hay
nadie detrás de este asunto con interés en perjudicarnos” (25-01-14).
9). Bartomeu: “Si no ganan en el campo,
intentan ganar en los despachos” (27-01-14).
10). Bartomeu: “Allí, en Madrid, hay un
fiscal que no sabemos quién es, no es uno de los nuestros” (27-01-14).
11). Bartomeu. “Se debería haber hecho la
denuncia en casa. Nos han intentado hacer daño, pero no lo han conseguido”
(27-01-14).
12). Bartomeu: “Cuando el proceso acabe,
tomaremos la iniciativa. Sabemos quién lo hizo” (27-01-14).
13). Bartomeu: “La prensa de Madrid no es
independiente…Los periodistas que trabajan en Cataluña son independientes”
(28-01-14).
Culmina toda esta inquina irracional hacia el
Real Madrid y lo que representa, con una desquiciante pirueta de cinismo del
propio Bartomeu (“No tengo madriditis”) y el Tata Martino declarando que no
sabe qué es la “madriditis”. Todo llega bendecido por el “establishment”
independentista catalán y la complicidad bien pagada de los mass media y
periodistas que trabajan bajo su mandato, como es el caso de Javier Bosch y su
alucinación persecutoria hacia Florentino Pérez que, según este sujeto, llamó a
Aznar y éste hizo lo propio contactando con Ruiz Gallardón, ministro de Justicia,
para que presionara al fiscal. Estas acusaciones surrealistas han llevado al
presidente del Real Madrid a emitir un comunicado en su defensa y, si no hay
rectificación, demandar al gacetillero servil y sumiso a su dueño.
Hasta ahora toda su corruptela y altercados
les había salido casi gratis, a pesar de la
gravedad de muchos de ellos, disfrazando toda su putrefacción de
“valors” y “humildat”, infectando y engañando a cantidad de aficionados con su
inmensa impostura. A vuela pluma, podemos recordar unos cuantos:
-Beguiristain y su cuñada etarra Lierni
Armendaritz, condenada a 57 años de prisión por sus actuaciones en el comando
Barcelona, vinculada a 4 asesinatos, incluido el del ex ministro Ernest Lluch.
-José Luis Núñez, expresidente del Barsa, que
ha sido condenado a 2 años y dos meses por sobornar a inspectores de Hacienda
en Cataluña.
-Laporta, expresidente del Barsa, y sus
dispendios a cargo de las arcas del Barsa, con lujosos viajes y fiestas, y
elevadísimas minutas a sospechosos dirigentes.
-Los casos hirientes del futbolista Abidal y
el baloncestista Pete Mickeal, que con graves enfermedades fueron traicionados
y abandonados a pesar de prometerles su renovación, como hizo el propio Bartomeu.
-Messi y el fraude fiscal de más de cuatro
millones de euros, y el presunto blanqueo de dinero de la droga por parte de su
padre.
El victimismo les ha durado sesenta años,
igual que el presentarse como un bastión del antifranquismo cuando la realidad
y los datos son tozudos: es el club que más Copas del Generalísimo tiene (9),
junto al Atlético de Bilbao; ganó 8 Ligas (7 en los 20 primeros años del
régimen de Franco), tardando el Real Madrid 15 años en ganar su primera Liga en
la dictadura; único club que concedió hasta dos Medallas de Oro al anterior
Jefe del Estado (en 1971 y 1974), después de que el régimen allanara el camino
para levantar el Camp Nou, la pista de Hielo y el Palau Blaugrana, con una
recalificación de terrenos “ad hoc” por parte de Franco que saldó la deuda de
más de 200 millones de pesetas en 1965 y una subvención de 43 millones de
pesetas en 1971. Pero esta vez han llegado muy lejos y ya no les vale el
bálsamo reparador que es culpar al Real Madrid; ya no tienen un ungüento mágico
o un antídoto que oculte su tremenda inmoralidad y sus métodos de camorra
napolitana. Solo hay que ver la cascada de acusaciones que se vierten sobre el
club y dirigentes: La fiscalía del Santos investiga el traspaso de Neymar;
Brasil pide ocho años de cárcel para Rosell; el presidente del Santos diciendo
que “El padre de Neymar quiso sacar dinero hasta del césped”; Santos y DIS (que
poseía derechos de Neymar), sopesan denunciar al Barsa ante la FIFA; El Santos
llevará ante la justicia a Neymar por los 40 millones; Laporta pide al juez que
imputen a toda la Junta de 2003; Ingla, exvicepresidente azulgrana, pide
adelanto de elecciones ante el deterioro de la imagen del club… y sólo acaba de
empezar.
Por último, decir que el director deportivo
del Barsa, Zubizarreta, ha definido a la perfección lo que es el club
blaugrana: “Es un club especial, diferente, rico y vivo. Aglutina familias de
diversas procedencias. No hay un pensamiento único”. Sin duda, Andoni: especial
y diferente, por su actuación mafiosa; rico y vivo, de corruptelas y
componendas; aglutina familias de diversas procedencias, de la “cosa nostra”
del secesionismo catalán; y no hay un pensamiento único, ya que no está
permitida la facultad de pensar y sólo vale el “ser uno de los nuestros”. Es un
“apartheid” nacionalista en toda regla y el que no pasa su filtro o se mueve,
no sale en la foto. Para botón de muestra, los ataques furibundos que ha
recibido Pujol por el nombre que ha puesto a su hija: Manuela. El Fútbol Club
Barcelona es “más que un club”: es un títere del nacionalismo catalán; una
marioneta del secesionismo aldeano y fanático que impera hoy en Cataluña; un
pelele en manos de una ideología de un sectarismo propio del fundamentalismo
talibán.
José Quijada Rubira.
No hay comentarios:
Publicar un comentario