Apoyado y sostenido por el mafioso Villar y
su corrupta Federación Española de Fútbol, aplaudido y bendecido por
periodistas y medios de comunicación prostituidos y lacayos, ensoberbecido y
endiosado por los triunfos pasados, las últimas declaraciones de Del Bosque
supuran perversión, desvergüenza, cinismo e hipocresía a la vez, ayunas de
crítica y valor, sobradas de excusas
irrisorias y pueriles que producen sonrojo a mentes con una mínima capacidad de
razonamiento, inmunes a la toxicidad y complicidad bien pagada de muchos mass
media y gacetilleros empeñados en elevar la inanidad del marqués Del Bosque a
un pedestal de adoración.
Nos exhorta el seleccionador salmantino que él
es muy humilde pero que nunca ha tenido dudas en seguir en el cargo. Hay que
comprenderlo aunque a la inmensa mayoría de los mortales nos sea difícil
alcanzar ese grado de humildad tan excelso: Don Vicente carga sobre sus hombros
la inmensa y penosa tarea de continuar como seleccionador español para así
evitar al resto de los españoles una tarea tan ardua, dura y sacrificada. Es
decir, se inmola por todos nosotros. La misericordia y compasión de Don Vicente
es inigualable. Es nuestro Papa particular de España, superior en piedad y
caridad al Papa Francisco, una sombra tenue a su lado.
Además, Don Vicente, el Papa español, sigue
porque han pesado más siete años que dos malos partidos, según dijo él.
Criterio que alteró cuando del Real Madrid se ha tratado porque siempre ha
pesado más la no renovación de Florentino que sus muchísimos años en el club
blanco. ¿Pero quién somos nosotros para discutir los caminos inescrutables que
Don Vicente toma? Su altura de miras está muy por encima de todos nosotros,
pobrecillas alimañas, que no alcanzamos a discernir.
También nos comenta Don Vicente, el Papa
español, que él no es exaltado porque los exaltados no toman decisiones justas.
Es decir, que como Don Vicente no es exaltado siempre sus decisiones son
justas, imparciales, honradas, y ecuánimes. Tanta demostración de modestia y
llaneza es inabarcable para cualquier ser que habite el planeta terrestre. Creo
que no merezco ni vivir al lado de una figura tan pía y grandiosa como nuestro
Papa Vicente.
Porque lo del mundial de Brasil no es un
fracaso, sino un resbalón circunstancial; no es una hecatombe, sino un cúmulo
de mala suerte, una piedra inoportuna en su camino imparable hacia la santidad.
Por eso reprende a los que osan criticarle, a los que le llevan la contraria. No
es lícito ni ético vituperar y reprobar la labor de nuestro sabio Papa Vicente,
que siempre vela y se desvela por todos nosotros y nos da consejos sobre lo que
está bien y lo que está mal.
El no acudir al adiós a Di Stéfano no es
importante porque aunque parezca que estuvo ausente no es así. El Papa Vicente
es una entidad espiritual de carácter excelso muy cercana a la divinidad y
estuvo presente siempre en la capilla ardiente y en el funeral, algo que los
demás seres humanos, tan llenos de pecados y defectos, no pudimos percibir. Él
tiene el don de la ubicuidad.
El desplante a Florentino Pérez, pasando de
largo sin mirar ni saludar (todo porque el presidente blanco no le renovó,
aunque meses antes el marqués rechazó una oferta de renovación al alza), en la
entrega de trofeos en la Final de la Supercopa de Europa, es supuestamente un
acto de arrogancia por parte de Del Bosque, pero la naturaleza angélica de
nuestro Papa español Vicente desmiente todo mal pensamiento hacia él. Tengamos
en cuenta que todo lo que nosotros, ignorantes y pecadores mortales, vemos como
insolencia, rencor, inquina, resentimiento, odio, animadversión, fobia,
hipocresía o doblez, en el marqués Del Bosque se transforma en humildad,
sencillez, campechanía, bonhomía, franqueza, inocencia, sencillez y, sobre
todo, sabiduría. Por eso nos aconseja y dicta lecciones, como buen pastor a sus
descarriadas ovejas.
La farsa y la simulación lo lleva practicando
Del Bosque durante tanto tiempo que tiene el disfraz adherido a la piel y ya no
distingue cuándo actúa y cuándo no, creyéndose a pies juntillas el personaje
que ha creado, no discerniendo la realidad. Le pasa como a alguno de los antiguos actores de Hollywood,
Bela Lugosi y Johnny Weissmuller, que interpretaron tanto los papeles de Drácula
y Tarzán (respectivamente), que acabaron creyéndose que eran ellos,
suplantándoles. El filósofo, teólogo, sociólogo, tratadista y político español
Jaime Balmes, dijo: “El hombre emplea la hipocresía para engañarse a sí mismo,
acaso más que para engañar a los otros”.
Del Bosque definido a la perfección. Un día de estos, nuestro Papa
Vicente nos hará el grito de Tarzán. Perdón, nos dará a todos el Urbi et Orbi.
Arrodillémonos todos.
José Quijada Rubira.
Es el peor momento de Del Bosque como seleccionador. Deberá encontrar una identidad propia.
ResponderEliminardailymotion.com/video/x27gepl_20141006-141003_shortfilms … soyACCIONNISTA deTELE5+TELEFONICA DUEÑA DE ENDEMOL TRATADO COMO 1 LEPROSO+ 1 judio DE LA 2 guerramundial ................ gracias PEPE X SER HUMANO Y DEJARME HABLAR EN TU TWITTER, TE DESEO LO MEJOR
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