lunes, 27 de mayo de 2013

LEYENDAS DEL BASKET DEL REAL MADRID (2): EMILIANO, EL ADELANTADO DEL BASKET ESPAÑOL

EMILIANO: EL ADELANTADO DEL BASKET ESPAÑOL


Analizar las cualidades de todo orden que se funden en la personalidad humana y deportiva de Emiliano, y cuanto ello significa para el baloncesto español, no resulta tarea fácil ya que su profusión hace que la mente salte de una a otra, sin saber en cuál detenerse. Además, existe el hándicap de que las nuevas generaciones ni siquiera saben -por la lejanía en el tiempo como jugador de baloncesto y desinterés por conocer a los grandes de nuestro deporte- quién fue Emiliano, de su extraordinaria importancia y lo que aportó al deporte de la canasta en este país. El siguiente ejemplo tal vez pueda dar una idea aproximada a su grandeza como jugador: Europeo de 1963 en Wroclaw (Polonia), cuando la selección española era una comparsa en el baloncesto continental y la lucha por las medallas era un sueño imposible, algo inalcanzable. El basket español todavía andaba en pañales y logramos una meritoria séptima plaza; un buen puesto en aquella época, lo que da idea del potencial que tenía España. ¡Pues bien!, este españolito de a pie, de 187 centímetros, delgado, rápido, grácil en sus movimientos felinos y con un tiro en suspensión letal (de los mejores tiradores de la historia), se llevó el premio al mejor jugador del Europeo, por delante de monstruos sagrados como Korac -sí, el que da nombre a la competición-, y segundo máximo anotador del campeonato, tras el inefable Korac, con más de 20 puntos por partido.

Emiliano Rodríguez nació en León  (1937), se crió baloncestísticamente en Bilbao (en el Águilas), se pulió en Barcelona (equipo del Aismalibar) bajo la atenta mirada de Kucharski y triunfó en el Real Madrid desde su fichaje en la temporada 1960-61, tras numerosas llamadas de Ferrándiz. El mismo Emiliano lo cuenta así: "Aquello fue un capítulo incontable...Desde el mes de enero de 1960, Ferrándiz me llamaba un día sí y otro no...Me repetía que él se había despedido de mí por dos años y que estaba a la espera de mi cambio...Le contestaba que esperase un poco más...hasta que Pedro me dio un ultimátum...Todo fueron facilidades". 

Permaneció trece temporadas en el Real Madrid, siendo parte primordial del equipo que tiranizó Europa en los años sesenta, consiguiendo un historial de trofeos y logros que producen vértigo: 
-Ligas de España: 12.
-Copas de España: 9.
-Copas de Europa: 4. Tres veces finalista.
-Torneo de Navidad: 5.
-Mejor jugador de Europa en 1963.
-Selección Europea de baloncesto: 3 veces.
-Máximo anotador del Mundial oficioso de Chile, en 1966.
-Segundo máximo anotador del Europeo: 3 veces.
-Permanencia en la Selección de España: 14 años.
-Veces internacional: 176.
-Puntos en la Selección: 2.875, con una media de más de 16 puntos por partido.
-Más de 20.000 puntos en veinte temporadas de Liga.

Las condecoraciones y galardones otorgados a Emiliano son innumerables, destacando el premio "Fair Play" de la Unesco, en 1973, a toda su trayectoria, tanto dentro como fuera de las canchas. Porque Emiliano, que puede presumir de ser uno de los mejores jugadores europeos de todos los tiempos, era y es un auténtico caballero. Con una clase fuera de lo común, que convertía lo difícil en fácil y lo imposible en realizable, todavía se recuerdan sus entradas kamikaze, llenas de plasticidad y eficacia; sus cambios de ritmo y su fabuloso y certero tiro. Jugador preferido de Ferrándiz, el trato humano y afectuoso, su sentido del deber y la disciplina, su comportamiento en cualquier situación, le califican como una de esas personas que constituyen ejemplo y faro en la historia de nuestro deporte, marcando la línea de superación y efectividad que debe ser norma de todo buen deportista. Santiago Bernabéu, en la retirada de Emiliano, le dedicó las siguientes palabras: "Los que contamos con su amistad, nos sentimos incapaces de describir, aunque sea en forma de caricatura, la formidable dimensión de Emiliano". 


José Quijada Rubira.





                                            

jueves, 23 de mayo de 2013

FLORENTINO Y LA TERCERA OPCIÓN

FLORENTINO Y LA TERCERA OPCIÓN


Tras la cascada interminable de comentarios, opiniones, artículos y demás que ha generado la última rueda de prensa de Florentino Pérez, en la que ha anunciado la marcha de Mourinho -por consiguiente, la victoria de Casillas en el pulso que ha mantenido con el entrenador portugués-, las posiciones entre los aficionados del Real Madrid están cada vez claras y encontradas, con dos bandos completamente enfrentados y, diría, que prácticamente irreconciliables. Por un lado, los defensores de Mourinho ven al técnico como el hombre que ha conseguido poner en su lugar a los jugadores caprichosos, soberbios y endiosados, que sólo buscan su bien y se creen por encima de todo, incluso del Club, dinamitando el vestuario desde el comienzo de la temporada, lo que ha provocado un ambiente irrespirable y la pérdida de la Liga en los primeros partidos de la competición. Además, ha señalado y descubierto a Casillas como el filtrador de lo que ocurre de puertas adentro y, en parte, cómplice de la brutal, infame, sectaria y vil persecución subvencionada de ciertos periodistas sin escrúpulos, que buscan el fin del de Setúbal sin importarles los medios. Por otro lado, los valedores de Casillas ven al portero como el adalid de las virtudes del madridismo, el capitán que tantas glorias y títulos les ha dado -tanto en la selección de España como en el Real Madrid-, sin mirar mucho su rendimiento actual y sí su extraordinario palmarés. El de Móstoles, es el líder que ha hecho frente a Mourinho y sus métodos poco sutiles; ha dado la cara por el grupo, como un león con su manada, demostrando que es el jefe que se sacrifica por todos. Por supuesto, lo de las filtraciones a los medios de comunicación es un cuento chino, una invención para desprestigiarle, urdida por mentes febriles y perturbadas.

Florentino Pérez, que se supone preside el Real Madrid, se ha encontrado con este cisco que él mismo ha ido cocinando, a fuego lento, con su indolencia y el ponerse de perfil ante todo lo que acontecía, creyendo que el tiempo lo curaría todo, cerrando las heridas. Cuando el tiempo expiró y la disyuntiva permanecía, ha tenido que tomar un camino de los dos: la defenestración de Mourinho. Es verdad que la situación era insostenible, tanto con la prensa como en el vestuario, y había que tomar una decisión inaplazable,  optando por la más fácil y beneficiosa para él, no para el Real Madrid que preside, se supone. ¿Y por qué es la más rentable y provechosa para él? Porque las elecciones son el 16 de junio y la cabeza de Casillas podría suponer su no reelección como presidente. Un riesgo demasiado alto para un hombre feble, blando y sin coraje como es Florentino.

Sin embargo, nadie ha reparado en una tercera alternativa que, visto el panorama, podría haber sido una buena solución: aprovechando la nada disimulada colisión y las desavenencias insuperables, con el perjuicio que ello ocasiona al Real Madrid, cargarse a los dos, sin ganador ni vencedor, pero dejando vía libre y el camino expedito al próximo entrenador, con un vestuario limpio y sin sobresaltos, allanando el trabajo para crear un equipo serio y fiable, sin jefecillos mimados, que nos dé la Décima de una vez por todas. Al mismo tiempo, serviría para unir a las dos facciones distantes del madridismo, al no estar sus respectivos representantes. Sinceramente, creo que era una buena elección. Al menos, no la peor.


José Quijada Rubira

lunes, 20 de mayo de 2013

LEYENDAS DEL BASKET DEL REAL MADRID (1): PEDRO FERRÁNDIZ, EL GENIO REVOLUCIONARIO

PEDRO FERRÁNDIZ: EL GENIO REVOLUCIONARIO


Nacido en 1928, la vida de este alicantino está llena de acontecimientos singulares, hechos memorables, ocurrencias sensacionales y ricas anécdotas que darían espacio para un libro sumamente divertido y revelador de su personalidad arrolladora y única. Llegó a Madrid sin ser nada ni nadie, como él ha sabido reconocer humildemente, y ha sido todo, excepto árbitro, en el deporte de la canasta: jugador, entrenador, director técnico, directivo y, sobre todo, acaparador de títulos y trofeos. Sus cifras son escalofriantes e inigualables: durante los 13 años que dirigió al primer equipo del Real Madrid, durante tres etapas ( temporadas 1959-60 a 61-62; temporada 1964-65 y temporada 1966-67 hasta la 74-75), consiguió 12 Ligas, 11 Copas de España, 4 Copas de Europa, 3 subcampeonatos de Europa y 7 Torneos de Navidad. Además, anteriormente había sido campeón de España en las categorías infantil, juvenil, junior y escolar, demostrando su valía desde sus inicios.

Personaje polémico y genial, odiado y admirado a partes iguales pero siempre respetado y temido, Pedro Ferrándiz consiguió -y a esto me refiero en que es irrepetible y único- con sus decisiones originales, inteligentes y llenas de esa locura sutil que sólo tienen los elegidos, cambiar reglamentos, tácticas intocables y puntos de vista poco menos que sagrados en aquella época. Así, en los años 50, los hombres altos jugaban atrás, de defensas, y los más bajos adelante, al ser sus movimientos más rápidos. Ferrándiz, que entonces entrenaba en las categorías inferiores del Madrid, lo cambió todo colocando a los altos como pívots y a los bajos ordenando el juego. También, prohibió la zona en sus equipos (único tipo de defensa en aquellos años) e impuso la defensa individual, lo que le dio muchos triunfos y permitió, a la vez, el progreso del baloncesto. Otra decisión muy polémica la tomó dirigiendo al juvenil del Real Madrid: en un partido del campeonato provincial, cuando su equipo se puso por delante en el marcador a falta de 14 minutos, ordenó a sus jugadores retener el balón y no intentar marcar un solo punto más ya que la posesión, entonces, era indefinida. Ganó el partido y la repercusión fue enorme. recibiendo críticas muy duras. Desde entonces, la denominación de persona conflictiva nunca se separó de él.

A destacar, algo que ha quedado en la memoria colectiva y que ha pasado a la historia del baloncesto como un hecho singular, siendo la demostración palpable de su genialidad sin parangón, obligando a la FIBA a cambiar el reglamento de la Copa de Europa: la mítica y célebre autocanasta de Alocén. Eran los octavos de final (18 de enero de 1962) frente al Ignis de Varese, partido de ida, y él mismo lo cuenta así: "...La situación era desesperada. Si se empataba aquel encuentro debía jugarse una prórroga y mis hombres estaban cargados de faltas o eliminados... A dos segundos del final nos empataron. Pedí tiempo muerto y ordené a Alocén que metiera una canasta contra nosotros mismos para evitar la prórroga...perdimos 82-80".  El público, que al principio celebró la autocanasta,  se dio cuenta después y lanzó toda clase de objetos. La FIBA prohibió, a partir de entonces, la autocanasta bajo multa de 1.000 dólares y expulsión de dos años. El Madrid remontó la vuelta y Ferrándiz había realizado un mate en las narices de la FIBA. Una vez más, el más listo e inteligente.

Primer entrenador en conseguir doblegar al entonces inaccesible y todopoderoso gigante ruso de los años 60, número uno de su promoción al obtener el título de entrenador nacional en 1951, primer profesor de baloncesto del INEF, Ferrándiz también puede presumir de ser el pionero en viajar a Estados Unidos y traerse grandes jugadores, que han marcado una época en el baloncesto español: Luyk, Brabender, Burgess, Aiken, Walter y Hightower. Con el último tuvo que lidiar y resolver una queja formal de la Embajada estadounidense, por los medios empleados para el fichaje. Y todo ello sin saber inglés. ¡Qué monstruo!

Retirado en 1975, con sólo 47 años, por decisión propia y en el momento más álgido de su carrera, empachado de títulos, triunfos y gloria, designó como su sucesor -otro caso sin igual- a Lolo Sáinz. Entonces, el Barcelona, al que había destrozado y humillado en su etapa como entrenador del Madrid, llamó a su puerta y Ferrándiz zanjó el asunto de la siguiente manera: "A la semana de haber dejado el Real Madrid me llamó por teléfono Ciurana, un directivo del Barcelona, para ofrecerme una cantidad astronómica, contestándole que si eso era al mes o al año. Me colgó el teléfono y nunca más supe de él". El genio seguía haciendo de las suyas.

Aunque retirado como entrenador, lo suyo ha sido y es dirigir, pensar y crear: en 1977 funda la Asociación Mundial de Entrenadores, con 1.300 técnicos de todo el mundo, siendo su primer presidente. Tras un fugaz regreso al Real Madrid como directivo, en mayo de 1991 crea la Fundación Pedro Ferrándiz, el mayor centro de investigación y documentación del baloncesto, con sede en Alcobendas y que alberga la mayor biblioteca del mundo dedicada al baloncesto, difundiendo su cultura.

Por último, mencionar su entrada en el Hall of Fame de Springfield en 2007 y un sinfín de condecoraciones y medallas, más de 40 entre deportivas y civiles, que permiten asegurar, con lo anteriormente mencionado y sin miedo a equivocarse, que es la persona más importante que ha dado el baloncesto español y, quizás, el baloncesto FIBA. Sirva este artículo como modesto homenaje y reconocimiento a ésta auténtica enciclopedia viviente, a la figura mítica y legendaria que es Pedro Ferrándiz.


José Quijada Rubira.

jueves, 16 de mayo de 2013

REAL MADRID BASKET: CUANDO EL CONFORMISMO OCULTA LA REALIDAD

No comparto ni entiendo en absoluto, aunque respeto, la mayor parte de las conclusiones de críticas, artículos y comentarios que he visto y leído sobre el Real Madrid de baloncesto y la Final Four 2013. La mayoría se muestran satisfechos del logro de alcanzar la final, tras 18 años de sequía, exponiéndolo casi como un triunfo, como una conquista sin trofeo. Parece ser que el "buenismo" o lo políticamente correcto se ha trasladado al baloncesto, disfrazando la realidad e imponiendo el lado dulce de las cosas, viendo el vaso medio lleno. Sin embargo, lo acontecido en la final contra los griegos, la concreción de los hechos, me conducen a ver el vaso medio vacío, aunque el examen sincero de la derrota sea duro y amargo.

En primer lugar, no olvidemos que el Madrid partía como favorito en la final, después de caer eliminado el equipo ruso,  por lo que el batacazo es mayor aún por menos esperado. 

En segundo lugar, tras un primer cuarto primoroso, casi perfecto, con un 27-10 arrollador, lo sucedido en los siguientes 30 minutos es de lo más bochornoso visto en una Final Four, entre dos conjuntos igualados en teoría. El 61-90 lo explica todo con claridad meridiana.

En tercer lugar, el encuentro significó una muestra palpable de lo que es el Real Madrid de Laso: capaz de lo mejor y lo peor, con sólo unos minutos de separación. No fue un accidente ocasional, fortuito, no. Es el fiel reflejo de lo que hay, de la falta de solidez de un equipo descabezado, que no tiene plan "B", basándolo todo a la inspiración de los jugadores y del momento.

En cuarto lugar, ya no estamos en 1962, cuando el Madrid llegó por vez primera a la final de la Copa de Europa, ante el todopoderoso e inaccesible gigante soviético. Entonces sí fue poner una pica en Flandes, la primera piedra de un éxito que dio lugar a los irresistibles triunfos posteriores.

En quinto lugar, se nos vende que es un equipo joven y sin experiencia; mentira que cae por su propio peso. La mayoría de los jugadores han intervenido con España en finales olímpicas, mundiales y del Eurobasket (Reyes, Llull, Rodríguez, Rudy). Algunos han jugado en la NBA (Sergío Rodríguez y Rudy). Otros son veteranos (Reyes, Carroll y Draper). Y casi todos han jugado finales de Liga o Copa en el Madrid u otros equipos. Sólo Mirotic se puede considerar así y con reticencias.

Señores, que tenemos 8 Copas de Europa y ya está bien de conformarnos con las finales. Somos el equipo más laureado de Europa y no podemos contentarnos con las migajas del finalista. Eso queda para los mediocres y segundones. El que no se resigne es que no entiende nada de la grandeza y el espíritu de Ferrándiz, Emiliano, Luyk, Burgess, Aiken, Sáinz, Sevillano, Brabender, Walter, Cabrera, Rullán, Corbalán...En definitiva, no entiende ni comprende qué es el Real Madrid, el emperador del basket europeo.


José Quijada Rubira.

lunes, 13 de mayo de 2013

PABLO LASO: ¿EL POULIDOR DEL BASKET?

PABLO LASO: ¿EL POULIDOR DEL BASKET?


Es indudable que el entrenador del Real Madrid de baloncesto, Pablo Laso, ha conseguido que la ilusión y esperanza vuelvan a la sección; algo que no tenía muy difícil tras la desoladora, triste y esperpéntica etapa de Messina que, tras casi docena y media de fichajes espeluznantes en un año y medio, dejó al equipo como un erial, como un campo tras un bombardeo con napalm. El juego y estilo que Laso ha dado al equipo es vistoso y dinámico, enganchando al público, que vibra y disfruta con un ritmo de ataque como pocos en el baloncesto FIBA. Velocidad, tiro y contraataque con una rapidez endiablada, y libertad casi total a los jugadores, para que desplieguen todo su arsenal sin ambages.

Sin embargo, perdió la final de la Liga de la temporada pasada, cuando la tenía en la mano; perdió la final de la Copa del Rey de este año, cuando también la tuvo en sus manos; y acaba de perder la Final Four de la Euroliga, desperdiciando en pocos minutos un 27-10 demoledor, para sucumbir de 12 puntos tras un vergonzoso parcial de 90-61. ¿Qué sucede para que se dé casi siempre el mismo final? ¿Por qué no culmina con triunfos esos partidos trascendentales? Voy a intentar despejar dudas, enumerando los problemas y debilidades del Real Madrid de Laso:

1). La defensa apenas existe y sólo en contadas ocasiones, muy esporádicamente, el equipo se ha puesto a trabajar atrás, que es donde se ganan los partidos cuando no se está acertado en ataque.

2). Los sistemas brillan por su ausencia, fiándose todo a la inspiración de los jugadores, sufriendo cuando no llega, al no tener una alternativa al mal día del equipo.

3). No hay equilibrio entre balones interiores y tiro exterior, abusando del tiro de 3, lo que da lugar a que los pívots pasen desapercibidos en muchas ocasiones. El ejemplo de Tomic, en el Barcelona, lo corrobora.

4). El equipo no está trabajado, imperando la anarquía de jugadores como Llull, Rudy y Sergio Rodríguez, que hacen y deshacen a su antojo, sin control alguno.

5). Es un conjunto sin consistencia, sin regularidad, con unas lagunas enormes que, ante partidos clave, dan lugar a la derrota, aprovechándose el rival de las simas que muestran en su juego.

6). Por último, falta liderazgo dentro y fuera de la cancha. No hay un sólo jugador capaz de llevar el tempo del partido, de ofrecer  seguridad y fiabilidad en los momentos decisivos. 

Laso es un entrenador con unas carencias tácticas gigantescas, que no tiene preparado al equipo para jugar partidos duros y trascendentales. Es joven todavía, pero el trabajo que se le supone a un buen mister no lo ha realizado. Raymond Poulidor, ciclista francés de los años 60 y 70, ha pasado a la historia como el eterno segundón del mundo del ciclismo. ¿Estamos ante otro eterno segundón? ¿Es Laso el Poulidor del basket?


José Quijada Rubira.