lunes, 17 de junio de 2013

LEYENDAS DEL BASKET DEL REAL MADRID (4): BRABENDER, LA ESTRELLA INDOMABLE

Partido de vuelta de la semifinal de la Copa de Europa, temporada 1974-75, en la cancha del Zadar yugoslavo, campeón de su país. En aquella época se jugaba así el pase a la final, atesorando el Real Madrid una renta de 27 puntos conseguida en el antiguo pabellón de la Ciudad Deportiva (más tarde, Raimundo Saporta). Tras ¡tres horas! de partido, después de parar el reloj en numerosas ocasiones para intentar reducir la ventaja del equipo blanco adquirida en la ida, los madridistas ganaban por 117-130, clasificándose para la final. El diario "Marca", en su portada del 28 de marzo de 1975, definía a Brabender de la siguiente forma: "Dícese del jugador de baloncesto que sabe defender, atacar, contraatacar, lanzar infaliblemente en suspensión, superarse en los momentos difíciles, jugar para el equipo..." Y es que a Brabender le rompieron el tabique nasal durante el partido, no pudiendo frenarle a pesar de la dureza extrema que usaron los yugoslavos, anotando la friolera de 41 puntos en el encuentro. Un pequeño pero significativo ejemplo de la grandeza de este baloncestista descomunal.

Wayne Brabender, nacido en Minnesota (1945), fue el primer gran tirador americano que llegó al baloncesto español, en un principio como segundo extranjero (tras Aiken), de la mano del  gran Ferrándiz en 1967. Parecía que su paso por España iba a ser efímero pues le costó adaptarse al juego del equipo blanco, demostrando su enorme valía al final de la primera temporada con actuaciones memorables y decisivas, destacando la final de la Copa de Europa de 1968, donde consiguió 22 puntos y un trabajo defensivo soberbio sobre el checo Pistelak, una de las figuras del momento del basket europeo. Sería su primer cetro europeo, cuarto del Real Madrid, tras ganar por un ajustado 98-95 al Spartak de Brno.

Permaneció 16 temporadas en el equipo madridista (1967-68 a 1982-83), siendo un jugador imprescindible y consiguiendo una cantidad enorme de títulos y galardones individuales, que lo sitúan en el Olimpo del baloncesto FIBA de todos los tiempos:

-Ligas de España: 12.
-Copas de España: 7.
-Copas de Europa: 4. Otras 3 veces finalista.
-Copas Intercontinentales: 3.
-Copa Mundial de Clubes: 1.
-Torneos de Navidad: 14.

En la Selección de España fue siempre un puntal insustituible durante 13 años, 3 meses y 18 días, siendo el jugador más veterano en jugar con casi 37 años. Él y Luyk fueron los artífices del salto del baloncesto español, que con ellos luchó por las medallas, consiguiendo la plata del Eurobasket-73 de Barcelona. Sus números con la elástica nacional lo dicen todo:

-Veces internacional: 190.
-Puntos anotados: 2.900, con una media de más de 15 puntos por partido.
-Máximo anotador de la Selección en 81 partidos.
-Máximo anotador del encuentro en 50 ocasiones.
-Mejor jugador del Eurobasket en 1973, siendo el segundo máximo anotador.
-Máximo anotador del Mundial de Puerto Rico de 1974, con 146 puntos, siendo nombrado el segundo mejor jugador.
-Consiguió 37 tiros libres sin fallo en el Mundial de Puerto Rico-74.
-Mejor jugador de España en 6 oportunidades, según la AEBI.

Hay que reseñar que todo lo conseguido se engrandece mucho más si se tiene en cuenta que sufrió una espeluznante lesión de rotura de ligamentos cruzados de la rodilla derecha, en mayo del 69, y que estuvo a punto de acabar con su carrera deportiva, estando un año inactivo y dos en regresar a la selección española.

Vínculo de unión de todos los grandes jugadores del Real Madrid de la época dorada - desde Emiliano a Fernando Martín- , santo y seña de todo baloncestista que se precie, deportista excepcional y ejemplo para generaciones futuras, en 1982 se le concedió el "Ya" de Oro a los valores humanos, premiando no sólo al número uno en deportes, sino la calidad de la persona.

Nacionalizado español en 1968 y orgulloso de ello -que aprendan algunos-, con motivo de su retirada de la selección de España en 1982, Manuel Sarmiento Birba, una de las plumas más prestigiosas del periodismo deportivo, escribió sobre Brabender en el diario "As": "...Los jugadores, los hombres como él, no deberían extinguirse nunca. Es una lección constante de deportividad, de entrega, de entusiasmo, de técnica, de calidad...". Nada que añadir.


José Quijada Rubira.

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